Desde que tengo memoria, a la gente le ha encantado hablar conmigo.
Siempre sospeché que tenía uno de esos carteles LED que se desplazan con la promoción del día en la fuente, pero con la palabra "confesional" escrita encima.
Siempre estuve entre perplejo y asustado de que completos desconocidos pudieran contarle historias tan profundas e íntimas a un perfecto desconocido.
Entonces la vida te pone cara a cara con tu propósito.
Recuerdo un encuentro esclarecedor con un hombrecito, de aspecto extraño y torpe que no parecía deberse a su profundo intelecto.
Fui testigo de la ‘confesión’ de un señor con el que hacía cola para comprar un helado, quien me ‘secuestró’ durante más de una hora, contándome una historia personal e impactante.
El hombrecito se reía con los ojos y cuando terminó el monólogo de mi captor, se acercó y me dijo: Lo que dices es sabio porque tienes el don de escuchar.
Recuerda, sólo aquellos que saben escuchar tienen el privilegio de poder hablar.
Hoy quiero contarles esta anécdota porque desde que comenzó este momento histórico en particular, virtualmente he conocido a muchas personas, como ustedes, que me han contado sus vidas, emociones, sensaciones y me han hecho muchas preguntas.
Algunas de las preguntas que me han hecho son similares, por eso hoy quiero pediros vuestra opinión sobre dos proyectos, basados en la escucha y el asesoramiento, que me gustaría llevar adelante este invierno.
¡Éstos son proyectos pensados para ti y por ello me gustaría que reflejen tus expectativas!
